Especializado en el Tratamiento de la Depresión
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Como curar la depresion
Xavier Conesa Lapena Psicòleg i sexòleg català. El 1990 fundà el Centre de Psicologia Aplicada a Mollet del Vallès
entitat dedicada als tractaments psicològics en adults,adolescents i
nens. Compatibilitzà aquestes tasques amb les teràpies de parella i
disfuncions sexuals masculines i femenínes, establint col.laboracions
amb institucions dedicades a la salut mental,especialment de la comarca
del Vallès. Posteriorment, posa en funcionament l'Institut Superior
d'Estudis Sexològics (I.S.E.S.) a Barcelona, dedicat a la docència de la
sexologia: postgraus, masters i cursos específics reconeguts d'Interès
Sanitari pel Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya.
L'Institut manté conveni de col.laboració amb la Universitat de Barcelona, Universitat de Girona, Universitat Ramon Llull i Universitat Oberta de Catalunya i
Centre d'Estudis Universitaris de California, Illinois
Tutor de pràctiques externes de la Facultat de Psicologia (UB) de la Universitat de Barcelona des de l'any 1.999
L'any 1997 es va especialitzar en els tractaments específics per a la depressió a través de la luminoteràpia, essent un dels capdavanters en la investigació i implantació d'aquesta teràpia a nivell estatal. Informacions al respecte publicada al periòdic El Mundo, articles periodístics a Consumer i al periòdic Público.
Ha estat també coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya.
Al llarg de tots aquests anys, ha establert col.laboracions en mitjans escrits, ràdio i televisió.
Enllaços externs
- Pàgina Oficial de Xavier Conesa Lapena
- Acta Constitucional de l'Institut Superior d'estudis Sexològics I.S.E.S.
- Col.laboració Docent del Practicum de Psicologia de la Universitat de Barcelona
- Col.laboració Docent amb la Universitat de Girona
- Col.laboració en tasques de formació amb la Universitat Ramon Llull- Acord de Col.laboració amb la Universitat Oberta de Catalunya U.O.C.- Conveni de Col.laboració Acadèmica amb Centre d'Estudis Universitaris de California, Illinois
- Reconeixement de l'Ajuntament de Mollet del Centre de Psicologia Aplicada
- Referències sobre la investigació en Luminoteràpia al periòdic "El Mundo". Any 2.005
- Investigacions sobre Luminoteràpia, Referències al periòdic "Público". Any 2.007
- Coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya
- Miembro de la Federacion Española de Especialistas en Sexologia
Centre d'Estudis Universitaris de California, Illinois
Tutor de pràctiques externes de la Facultat de Psicologia (UB) de la Universitat de Barcelona des de l'any 1.999
L'any 1997 es va especialitzar en els tractaments específics per a la depressió a través de la luminoteràpia, essent un dels capdavanters en la investigació i implantació d'aquesta teràpia a nivell estatal. Informacions al respecte publicada al periòdic El Mundo, articles periodístics a Consumer i al periòdic Público.
Ha estat també coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya.
Al llarg de tots aquests anys, ha establert col.laboracions en mitjans escrits, ràdio i televisió.
Enllaços externs
- Pàgina Oficial de Xavier Conesa Lapena
- Acta Constitucional de l'Institut Superior d'estudis Sexològics I.S.E.S.
- Col.laboració Docent del Practicum de Psicologia de la Universitat de Barcelona
- Col.laboració Docent amb la Universitat de Girona
- Col.laboració en tasques de formació amb la Universitat Ramon Llull- Acord de Col.laboració amb la Universitat Oberta de Catalunya U.O.C.- Conveni de Col.laboració Acadèmica amb Centre d'Estudis Universitaris de California, Illinois
- Reconeixement de l'Ajuntament de Mollet del Centre de Psicologia Aplicada
- Referències sobre la investigació en Luminoteràpia al periòdic "El Mundo". Any 2.005
- Investigacions sobre Luminoteràpia, Referències al periòdic "Público". Any 2.007
- Coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya
- Miembro de la Federacion Española de Especialistas en Sexologia
C/ Gaietà Vinzia, 11-13
MOLLET DEL VALLES
C/ Santa Anna, 26
BARCELONA
Tel 93 570 71 54
La depresión es una condición médica grave que se asocia con síntomas tales como la melancolía, pérdida de placer, pérdida de energía, dificultad en concentrarse y pensamientos suicidas.1
Visión general de la depresión
La depresión es una
condición médica común que se asocia con una amplia gama de síntomas
emocionales y físicos. Estos síntomas pueden tener un gran impacto en la
vida diaria. Las personas que sufren de depresión pueden ya no tener
control sobre sus estados de ánimo o sentimientos y tienden a sentirse
decaídos casi todo el tiempo. Consecuentemente, pueden tener problemas
para mantener su puesto de trabajo, mantenerse al día con sus estudios
y/o el mantenimiento de la vida familiar y las relaciones sociales.
La depresión puede
afectar a cualquier persona, pero diversos factores sociales y
biológicos pueden incrementar el riesgo de una persona para desarrollar
la enfermedad. Además, las experiencias estresantes, tales como
enfermedad, desempleo o pérdida pueden desencadenar la enfermedad en
algunas personas.
Síntomas
La depresión afecta
a personas de diferentes maneras, pero es algo más que "sentirse
decaído" por un tiempo corto. Debido a los cambios químicos en el
cerebro, las personas con depresión pueden experimentar sentimientos
duraderos de tristeza y ansiedad; tienen dolores y malestares sin
explicación aparente, y sufren de mala calidad de sueño y/o falta de
interés y energía. Estos síntomas pueden durar semanas, meses o años.
En su forma más grave, la depresión puede llevar a pensamientos suicidas y autolesiones.
Estadísticas
La depresión se
encuentra en todo el mundo en personas de todas las edades y de todos
los estratos sociales, y tanto en hombres como en mujeres. La depresión
generalmente aparece por primera vez en personas de 20 a 25 años de
edad.2
Las estimaciones de
prevalencia varían ampliamente, pero en la mayoría de los países del 8
al 12% de las personas experimentan depresión durante su vida.2
La Organización Mundial
de la Salud describe ahora la depresión como una de las enfermedades
más debilitantes del mundo, con depresión severa clasificada en la misma
categoría de discapacidad de cáncer en etapa terminal.3 La depresión es la carga de morbilidad principal en países de medianos y altos ingresos.3
Un estudio encontró que hasta un 65% de las personas que sufren de
depresión calificaron su condición de ser severamente discapacitante.4 A
pesar de esto, muchas personas con depresión no reciben tratamiento.4
En búsqueda de diagnóstico y atención
Es muy importante que las personas que tienen los síntomas de la depresión pidan ayuda profesional.
La depresión puede ser
diagnosticada por un médico, quien le preguntará acerca de los síntomas,
la vida cotidiana y el entorno familiar. También puede haber un examen
físico para excluir otras condiciones. Una vez realizado el
diagnóstico, se recomienda normalmente una combinación de diferentes
terapias, incluyendo la medicación, el asesoramiento, el apoyo social,
el ejercicio y técnicas de autoayuda.
El apoyo de los amigos o
un miembro de la familia es también una parte muy importante de la
terapia en general. Las personas cercanas a la persona deprimida están
bien situadas para alentarlos a buscar ayuda y ofrecer refuerzo
positivo, toda vez que esto esté en su lugar.
Fuentes
1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, fourth edition, text revision, DSM-IV-TR. Washington, DC: 2000.
2. Andrade L,
Caraveo-Anduaga JJ, Berglund P, et al. The epidemiology of major
depressive episodes: Results from the International Consortium of
Psychiatric Epidemiology (ICPE) Surveys. Int J Methods Psychiatr Res 2003; 12(1): 3–21. Erratum in: Int J Methods Psychiatr Res 2003; 12(3): 165.
3. World Health Organization. The Global Burden of Disease: 2004 Update. Available at www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/2004_report_update/en/index.html (accessed 6 September 2011).
4. Kessler R,
Aguilar-Gaxiola S, Alonso J, et al. The global burden of mental
disorders: An update from the WHO World Mental Health (WMH) Surveys. Epidemiol Psychiatr Soc 2009; 18(1): 23–33.
Se estima que en los próximos 10 años, millones de mexicanos van a tener trastornos afectivos. Y es que según especialistas la depresión va a atacar como una epidemia en nuestro país. “Estamos preparando a las personas que vamos a tener que enfrentar esta epidemia de depresión que ya está desarrollándose con las primeras consecuencias tan negativas de la depresión como es el suicidio”, comentó David López, director de la Comisión de Investigación de la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Este fin de semana se llevaron a cabo conferencias sobre la depresión y género en la Ciudad de México. Asistieron especialistas de Chile y Argentina que hablaron sobre el tema. Marián Alizade pertenece a la Asociación Psicoanalítica de Argentina. Se dedica a la investigación de la depresión en la mujer. También se contó con la presencia del doctor Juan Pablo Jiménez, presidente de la Federación Psicoanalítica de América Latina. Según el doctor David López, coordinador del evento, las conferencias se llevaron a cabo ya que la depresión es un tema preocupante. “Hay una depresión muy grave que se llama depresión mayor, que aparece en el 3.3 por ciento de la población, es una cifra bastante alta y de las personas con depresión mayor, hasta el 15% se van a suicidar”. Aseguró que se dieron alternativas para tratar la enfermedad. "Los cuadros depresivos graves con medicación y con psicoterapia pueden revertir el 100 por ciento de los síntomas”, añadió López. Sin embargo, aseguró que se continuará con estudios de investigación sobre el tema. La relación entre la depresión y la demencia siempre ha sido confusa, pero un nuevo estudio apoya la teoría de que le depresión aumenta el riesgo de demencia. Los hallazgos -publicados por la publicación especializada Neurology-, están basados en el estudio de casi mil personas que fueron monitoreadas durante 17 años en Estados Unidos. Aquellos deprimidos al principio del estudio duplicaron el riesgo de demencia y también incrementaron el riesgo de padecer de Alzheimer. “Éste es probablemente la mejor investigación en términos de estudios de largo plazo que he visto que relacione la demencia y la depresión”, dijo el doctor Richard Isaacson, profesor asociado de neurología de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, que no participó en el estudio. Anteriores investigaciones también examinaron la depresión y la demencia, pero los resultados habían sido inconsistentes, quizá porque los participantes no fueron monitoreados por mucho tiempo, dijo la autor principal del estudio, Jane Saczynski, profesora asociada de medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Las personas investigadas formaban parte del Estudio del Corazón de Framingham, un importante estudio que se realiza desde 1948 para monitorear los factores de riesgo de enfermedades del corazón en Framingham, Massachusetts. Debido a que la información ya había sido recolectada en ese grupo, el estudio permitió que Saczynski observara los datos sobre enfermedades del corazón, paros cardíacos, tabaquismo, consumo de alcohol y otros factores que pudieron haber influenciado en la demencia. La edad promedio de las personas que el estudio de Saczynski observó fue de 79 años. El estudio no descubrió si la depresión causa demencia, o si algo más está involucrado. Eso significa que la depresión no está destinada necesariamente a convertirse en demencia, dijo Adam Brickham, profesor asistente de neuropsicología en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, que no participó en el estudio. "La depresión de hecho es un factor de riesgo para la demencia, y tratar la depresión debería ayudar a evitar la demencia, pero ningún estudio ha mostrado ese efecto", dijo Saczynski. Resultados mixtos, razones desconocidas Desde una posición práctica, las personas con depresión deberían ser tratadas, y aquellos que tienen depresión más adelante en sus vidas deberían ser monitoreados por demencia por un neurólogo, dijo Isaacson. “Entre más rápido se diagnostique, más rápido podemos tratarlo y, en mi experiencia clínica, entre más temprano se trate, mejor evolucionan los pacientes”, dijo. Otra teoría sobre por qué la depresión y le demencia están relacionadas es porque la depresión puede ser una señal temprana de los cambios en el cerebro que llevan a la demencia. Debido al largo periodo de monitoreo del estudio, en el que los participantes que no tenían demencia desarrollaron la condición muchos años después, esta explicación es poco probable, pero no fue descarta, dijo Saczynski. En otro estudio se mostró que el ejercicio y la actividad social previenen la demencia. Dado que las personas deprimidas tienden a ser menos activas y más retraídas, estos hábitos podrían influenciar el desarrollo de demencia, dijo Saczinski. Otros factores de estilo de vida han sido asociados a la prevención de la demencia, como comer comidas ricas en ácidos grasosos omega-3, controlar el colesterol, abstenerse de fumar y, para los diabéticos, control el azúcar en la sangre, dijo Isaacson. Pero los resultados son mixtos en el ámbito de los suplementos alimenticios y nada es seguro aún, dicen los expertos. El próximo paso en esta línea de investigación es examinar las imágenes cerebrales para ver qué papeles pueden jugar la depresión y la demencia en el cerebro, y para entender mejor los mecanismos detrás de la conexión entre estos dos desórdenes, dijo Saczinski. Las Mujeres y la Depresión
La vida emocional está llena de altas y
bajas. Pero cuando los tiempos "bajos" son de larga duración o
interfieren con su habilidad para funcionar, usted puede estar sufriendo
de una enfermedad común, pero seria-la depresión. La depresión clínica
afecta el humor, la mente, el cuerpo, y el comportamiento. Las
investigaciones han demostrado que en los Estados Unidos sobre 19
millones de personas-una de cada diez adultos-experimentan la depresión
cada año, y casi dos terceras partes no obtienen la ayuda que necesitan.9
El tratamiento puede aliviar los síntomas en más del 80 por ciento de
los casos. Sin embargo, dado a que muchas veces no es reconocida, la
depresión
sigue causando sufrimiento innecesario.
La depresión es una enfermedad persistente y debilitante
que afecta tanto a las mujeres como a los hombres, pero las mujeres
experimentan la depresión a una tasa casi al doble que la de los
hombres.1 Los investigadores siguen explorando cómo los
asuntos especiales que son únicos para las mujeres-biológicos, ciclo de
vida, y psico-social-pueden estar asociados con la alta tasa de
depresión en las mujeres. Nunca dos personas se deprimen exactamente de la misma manera. Muchas personas tienen solamente algunos de los síntomas, y éstos varían en su severidad y duración. Para algunas, los síntomas ocuren en episodios de tiempo limitado; para otras, los síntomas pueden estar presentes durante períodos largos si no se busca tratamiento. El hecho de tener algunos síntomas depresivos no significa que la persona está deprimida clínicamente. Por ejemplo, no es raro que las personas que han perdido un ser querido se sientan triste, impotentes, y pierdan interés en actividades cotidianas. Solamente cuando estos síntomas persisten por un tiempo más allá de lo usual es que hay razón para sospechar que el luto se ha convertido en una enfermedad depresiva. Similarmente, cuando uno vive con el estrés de pueder ser despedido, demasiado trabajo, o problemas financieros o familiares, esto puede ocasionar irritabilidad y "sentirse triste". Hasta cierto punto, tales sentimientos son simplemente parte de la experiencia humana. Pero cuando esos sentimientos aumentan en su duración e intensidad y la persona no es capaz de funcionar como siempre, lo que parecía un asunto de humor temporero puede haberse convertido en una enfermedad clínica. Tipos de enfermedad depresiva
Es necesario llevar a cabo una evaluación diagnóstica comprensiva si, de tres a cinco o más de los siguientes síntomas persisten por más de dos semanas (una semana cuando se trata de manía), o si éstos interfieren con el trabajo o la vida familiar. Una evaluación envuelve un examen físico completo y la recopilación de información sobre el historial de salud de la familia. No toda persona con depresión experimenta cada uno de esos síntomas. La severidad de los síntomas también varía de persona a persona.
La depresión
Manía
Causas de la depresiónFactores genéticosExiste cierto riesgo a desarrollar la depresión cuando hay historial familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una vulnerabilidad biológica. El riesgo aumenta para aquellas personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no toda persona con un historial familiar desarrolla la enfermedad. Además, la depresión mayor puede ocurrir en personas que no tienen miembros de la familia con la enfermedad. Esto indica que factores adicionales, posiblemente la bioquímica, estresores ambientales, y otros factores psicosociales, tienen que ver con el comienzo de la depresión. Factores Bioquímicos La evidencia demuestra que la bioquímica del cerebro es un factor significativo en los trastornos depresivos. Conocemos, por ejemplo, que las personas con enfermedad de depresión mayor típicamente experimentan la desregulación de ciertas químicas del cerebro, llamadas neurotransmisores. Además, los patrones del sueño, que son influenciados por la bioquímica, típicamente son diferentes en las personas con trastornos depresivos. La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas producen el efecto de cambiar el humor. Lo que aún no conocemos es si los "disturbios bioquímicos" de la depresión son de origen genético o si son secundarios al estrés, el trauma, la enfermedad física, o alguna otra condición ambiental. Estresores Ambientales y Otros Estresores Una pérdida significativa, una relación dificultosa, problemas financieros, o un cambio importante en la vida han sido todos indicados como contribuyentes a la enfermedad depresiva. A veces el comienzo de la depresión se asocia con enfermedad física aguda o crónica. Además, algunas formas de abuso de substancias ocurren en más de una tercera parte de personas con cualquier tipo de trastorno depresivo.7 Otros factores psicológicos y sociales Las personas con ciertas características-pensamientos pesimistas, baja autoestima, un sentido de tener poco control sobre los eventos de la vida, y la tendencia de preocuparse excesivamente- tienen más probabilidad de desarrollar la depresión. Estos atributos pueden aumentar el efecto de situaciones de estrés o interferir con la iniciativa de lidiar con los problemas o de mejorarse. La forma de crianza o las expectativas del rol sexual pueden contribuir al desarrollo de esas características. Parece que los patrones de pensamiento negativo se desarrollan típicamente durante la niñez o la adolescencia. Algunos expertos proponen que la crianza tradicional de las niñas puede desarrollar estas características y puede ser un factor en la alta tasa de depresión en las mujeres. El riesgo de padecer de depresión es más alto en las mujeres que en los hombresLa depresión mayor y la distimia afectan dos veces más a las mujeres que a los hombres. Esta relación de dos-a-uno existe sin importar el trasfondo racial y étnico o el nivel económico. Se ha reportado la misma relación en otros diez países a través del mundo.12 Los hombres y las mujeres tienen la misma tasa de trastorno bipolar (maniaco depresivo), aunque en las mujeres típicamente se manifiestan más los episodios depresivos y menos los maniacos. También, es mayor el número de mujeres que tienen la forma de trastorno bipolar con ciclo rápido, la cual puede ser más resistente a los tratamientos tradicionales.5Se sospecha que una variedad de factores únicos a las vidas de las mujeres juegan un papel en el desarrollo de la depresión. Las investigaciones se concentran en el entendimiento de estos factores, incluyendo los factores: reproductivos, hormonales, genéticos u otros factores biológicos; el abuso y la opresión; factores interpersonales; y ciertas características psicológicas y de la personalidad. Aún así, las causas específicas de la depresión en las mujeres todavía no están claras; muchas de las mujeres que están expuestas a estos factores no desarrollan la depresión. Lo que sí es claro es que sin importar los factores contribuyentes, la depresión es una enfermedad con tratamiento efectivo. Las muchas dimensiones de la depresión en las mujeresLos investigadores se están concentrando en las siguientes áreas en el estudio de la depresión en las mujeres:El tema de la adolescencia Antes de la adolescencia, hay poca diferencia en la tasa de depresión entre los niños y las niñas. Pero entre las edades de 11 y 13 años existe un aumento notable en la tasa de depresión entre las niñas. A la edad de 15, las mujeres tienen la probabilidad de haber experimentado un episodio depresivo mayor dos veces más que los varones.2 Esto sucede en un momento en la adolescencia cuando los roles y las expectativas cambian dramáticamente. El estrés de la adolescencia incluye la formación de una identidad, desarrollo de la sexualidad, separarse de los padres, y tomar decisiones por primera vez, junto con otros cambios físicos, intelectuales, y hormonales. Este estrés generalmente es diferente entre niños y niñas, y puede estar asociado con más frecuencia con la depresión en las hembras. Las investigaciones indican que las estudiantes femeninas de escuela superior tienen tasas de depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de comida, y problemas de ajuste, significativamente más altos que las de los estudiantes varones, los cuales tienen tasas más altas de trastornos de comportamiento disruptivo.6 Los adultos: relaciones y el rol en el trabajo En general, el estrés puede contribuir a la depresión en las personas que son vulnerables biológicamente a la enfermedad. Algunos han teorizado que la alta tasa de depresión en las mujeres no se debe a una mayor vulnerabilidad sino a los estreses específicos que muchas de las mujeres enfrentan. Estos estreses incluyen las responsabilidades principales en el hogar y el trabajo, ser madre soltera, y cuidar de niños y padres envejecientes. Cómo es que estos factores pueden afectar a las mujeres de manera única es algo que todavía no se comprende totalmente. Para ambos, las mujeres y los hombres, las tasas de depresión mayor son más altas entre los que están separados o divorciados, y más bajas entre los que están casados, aunque siempre son más altas para las mujeres que para los hombres. No obstante, la calidad del matrimonio puede contribuir significativamente a la depresión. Se ha demostrado que cuando la relación carece de intimidad y confianza, y existen disputas matrimoniales, esto está relacionado a la depresión en las mujeres. De hecho, las tasas de depresión resultaron más altas entre las mujeres que no eran felices en sus matrimonios. Eventos reproductivos Los eventos reproductivos de las mujeres incluyen el ciclo menstrual, embarazo, el período después del parto, infertilidad, menopausia, y a veces, la decisión de no tener hijos. Estos eventos conllevan fluctuaciones en el humor que para algunas de las mujeres incluye la depresión. Los investigadores han confirmado que las hormonas afectan la química del cerebro que controla las emociones y el humor; aunque se desconoce el mecanismo biológico específico que explica el papel que juegan las hormonas. Muchas de las mujeres experimentan ciertos comportamientos y cambios físicos asociados con las fases de los ciclos menstruales. En algunas de las mujeres, estos cambios son severos, ocurren con regularidad, e incluyen sentimientos de depresión, irritabilidad, y otros cambios emocionales y físicos. Los cambios, conocidos como el síndrome premenstrual (PMS por sus siglas en inglés) o trastorno disfónico premenstrual (PMDD por sus siglas en inglés), típicamente comienzan después de la ovulación y empeoran gradualmente hasta que comienza la menstruación. Los científicos están estudiando cómo la subida y bajada cíclica del estrógeno y otras hormonas puede afectar la química del cerebro que está asociada con la enfermedad depresiva.10 Los cambios del humor postpartum varían desde un poco de tristeza que inmediatamente acompaña el parto, hasta un episodio de depresión mayor, a una depresión psicótica severa e incapacitadora. Los estudios indican que las mujeres que experimentan una depresión mayor después de dar a luz muy probablemente han experimentado episodios depresivos anteriores, aunque no hayan sido diagnosticadas y tratadas. El embarazo (si es deseado) raramente lleva a la depresión, y provocarse un aborto no parece resultar en incidentes más altos de depresión. Las mujeres con problemas de infertilidad pueden estar sujetas a episodios de ansiedad o tristeza extrema, pero no está claro si esto contribuye a una tasa más alta de la enfermedad depresiva. Además, el ser madre puede ser un tiempo de alto riesgo para la depresión debido al estrés y las exigencias que esto impone. La menopausia, en general, no está asociada con un aumento en el riesgo por la depresión. De hecho, aunque una vez fue considerado un trastorno único, las investigaciones han demostrado que la enfermedad depresiva durante la menopausia no es diferente que durante otras edades. Las mujeres más vulnerables a la depresión durante el cambio de vida son aquellas que ya tienen historial de episodios depresivos. Consideraciones culturales específicas Para la depresión, en general, la tasa de incidencia de la depresión en las mujeres africano-americanas e hispanas permanece el doble que la de los hombres. Sin embargo, existen algunas indicaciones que es posible que la depresión mayor y la distimia puedan ser diagnosticadas con menos frecuencia en las mujeres africano-americanas y con un poco más de frecuencia en las mujeres hispanas que en las mujeres caucáseas. La información tocante a la incidencia de la enfermedad para otros grupos raciales y étnicos no es definitiva. Es possible que las diferencias en la presentación de síntomas afecte la manera en que se reconoce y se diagnostica la depresión entre las minorías. Por ejemplo, es más probable que los africano-americanos reporten síntomas somáticos, tales como un cambio en el apetito y achaques y dolores del cuerpo. Además, las personas de varios trasfondos culturales pueden percibir los síntomas de la depresión de diferentes maneras. Tales factores deberán ser considerados cuando se trata de mujeres de poblaciones especiales. Victimización Los estudios muestran que las mujeres que fueron violadas de niñas tienen una probabilidad más alta de sufrir de depresión clínica en algún tiempo durante sus vidas que las que no tienen tal historial. Además, varios estudios muestran una incidencia más alta de depresión entre las mujeres que han sido violadas como adolescentes o adultas. Muchas más mujeres que hombres han sido abusadas sexualmente de niñas y, por lo tanto, esta información es relevante. Las mujeres que experimentan otras formas comunes de abuso, tal como abuso físico y hostigamiento sexual en el trabajo, también pueden experimentar tasas de depresión más altas. El abuso puede resultar en depresión porque fomenta la baja autoestima, el sentido de estar indefensa, la auto-culpabilidad, y aislamiento social. Pueden existir factores biológicos y ambientales de la depresión como resultado de haberse criado en una familia disfuncional. Actualmente, es necesario llevar a cabo más investigaciones para comprender si la victimización está vinculada a la depresión. Pobreza Las mujeres y los niños representan setenta y cinco porciento de la población estadounidense que se considera pobre. Un nivel económico bajo lleva consigo muchos estreses, incluyendo aislamiento, incerticumbre, eventos negativos frecuentes, y pobre acceso a recursos útiles. La tristeza y moral baja son más comunes entre las personas de bajos ingresos y aquellos que carecen de apoyo social. Pero las investigaciones aún no han establecido si las enfermedades depresivas son más prevalecientes entre las personas que experimentan factores de estrés ambientales tales como los se ñalados . La depresión más tarde en la adultez Hubo un tiempo que se pensaba que las mujeres tenían vulnerabilidad particular a la depresión cuando sus hijos se iban del hogar y ellas confrontaban el "síndrome del nido vacío" y experimentaban un profundo sentido de pérdida del propósito e identidad. Sin embargo, los estudios no muestran ningún aumento en la enfermedad depresiva entre las mujeres en esta etapa de vida. Como en los grupos de edad más joven, las mujeres de más edad sufren de enfermedad depresiva en mayor número que los hombres. Similarmente, para los grupos de todas edades, el no estar casado (lo que incluye viudez) también es un factor de riesgo para la depresión. Aun de mayor importancia, la depresión no debe ser considerada como consecuencia normal de los problemas físicos, sociales, y económicos de los últimos años de vida. De hecho, los estudios muestran que la mayoría de las personas mayores de edad se sienten satisfechos con sus vidas. Sobre 800,000 personas enviudan cada año. La mayoría de los cuales son mayors de edad, mujeres, y experimentan varios grados de sintomatología depresiva. La mayoría no necesitan tratamiento formal, pero aquellos que experimentan tristeza moderada o severa parecen beneficiarse de los grupos de auto-ayuda o los varios tratamientos psicosociales. Sin embargo, una tercera parte de las viudas y viudos tienen los criterios para experimentar un episodio depresivo mayor durante el primer mes después del fallecimiento, y la mitad de ellos todavía están clínicamente deprimidos un año después. Estas depresiones responden a los tratamientos antidepresivos rutinarios, aunque las investigaciones sobre cuándo comenzar el tratamiento o cómo combinar los medicamentos con tratamientos psicosociales aun están en las primeras etapas.4,8 La depresión es una enfermedad tratable Aún la depresión severa puede responder exitosamente al tratamiento. De hecho, la creencia que la condición de uno es "incurable" suele formar parte de la pérdida de esperanza que acompaña la depresión severa. A tales personas se les debe proveer información sobre la efectividad de los tratamientos modernos para la depresión de tal manera que reconozca sus dudas sobre si el tratamiento funcionaría para ellos. Como sucede con muchas enfermedades, mientras más temprano se comience el tratamiento, más efectivo será y más probable que se puedan evitar reaparicións serias. Por supuesto, el tratamiento no elimina los inevitables estreses y altas y bajas de la vida. Pero puede ser de gran ayuda para mejorar la habilidad de manejar esos retos y resultar en que puedan disfrutar más de la vida. El primer paso en el tratamiento de la depresión deberá ser un examen completo para descartar las enfermedades físicas que pueden causar síntomas depresivos. Como ciertos medicamentos pueden causar los mismos síntomas que la depresión, el médico que está llevando a cabo el examen deberá recibir información sobre cualquier medicamento usado. Si no se encuentra causa físicas para la depresión, el médico deberá llevar a cabo una evaluación psicológica o hacer un referido a un profesional de salud mental. Tipos de tratamiento para la depresión Los tratamientos típicos usados para la depresión son los medicamentos antidepresivos, la psicoterapia, o una combinación de los dos. Cuál de los dos es el tratamiento indicado para cada persona depende de la naturaleza y severidad de la depresión y, hasta cierto punto, en la preferencia individual. En la depresión leve o moderada, uno o ambos de los tratamientos pueden resultar útiles, mientras que en la depresión severa o incapacitadora, generalmente se recomienda el medicamento como el primer paso en el tratamiento.3 En tratamientos combinados, el medicamento puede aliviar los síntomas físicos rápidamente, mientras que la psicoterapia permite la oportunidad de aprender opciones más efectivas para lidiar con los problemas. Medicamentos Existen varios tipos de medicamentos antidepresivos que se usan para el tratamiento de los trastornos depresivos. Estos incluyen medicamentos más nuevos-principalmente los inhibidores del rehúso de serotonina (selective serotonin reuptake inhibitors o SSRI por sus siglas en inglés)-y los tricíclicos y los inhibidores de la monoamina oxidasa (monoamine oxidase inhibitors, o MAOI por sus siglas en inglés). Los SSRI-y otros medicamentos más nuevos que afectan los neurotransmisores tales como la dopamina o norepinefrina-generalmente tienen menos efectos secundarios que los tricíclicos. Cada uno actúa sobre diferentes vías químicas del cerebro humano que están relacionadas con el humor. Los medicamentos antidepresivos no forman hábito de dependencia. Aunque algunas personas notan mejoramiento en las primeras dos semanas, los medicamentos antidepresivos deber ser tomados regularmente por lo menos durante cuatro semanas y, en algunos casos, hasta tanto como ocho semanas, antes de que pueda ocurrir el efecto terapéutico completo. Para que sean efectivos, y para evitar un relapso de la depresión, se deberán tomar los medicamentos por 6 a 12 meses, siguiendo cuidadosamente las instrucciones del médico. Los medicamentos deben ser supervisados para asegurar el uso de la dosis más efectiva y para disminuir los efectos secundarios. Para los que han tenido varios episodios de depresión, el tratamiento con medicamentos a largo plazo es la manera más efectiva de evitar episodios recurrentes. El médico que receta proveerá información sobre los posibles efectos secundarios y, en el caso de los MAOI, restricciones de dieta y medicamentos. Además, se deben examinar los otros medicamentos usados, recetados o sin receta, porque algunos pueden interactuar negativamente con los medicamentos antidepresivos. Puede haber restricciones durante el embarazo. Para el trastorno bipolar, el tratamiento preferido por muchos años ha sido el litio, porque puede ser efectivo para suavizar los cambios de humor que son típicos de este trastorno. Su uso deberá ser supervisado cuidadosamente, porque la diferencia entre una dosis efectiva y una dosis tóxica puede ser relativamente pequeña. Sin embargo, no se debe recomendar el litio si la persona tiene problemas pre-existentes de la tiroides, los riñones, o trastornos del corazón o epilepsia. Afortunadamente, se han encontrado otros medicamentos que ayudan a controlar los cambios de humor. Entre éstos se encuentran los anticonvulsivos que controlan los cambios de humor, carbamazepina (Tegretol®) y valproato (Depakote®). Ambos de esos medicamentos han sido aceptados en la práctica clínica, y valproato ha sido arrobado por la Food and Drug Administration para el tratamiento inicial de manía aguda. Los estudios llevados a cabo en Finlandia en pacientes con epilepsia indican que valproato puede aumentar los niveles de testosterona en mujeres jóvenes (teenage girls) y pueden producir el síndrome de ovario poliquístico (polycystic ovary syndrome) en las mujeres que comenzaron a tomar el medicamento antes de la edad de 20 años.11 Por lo tanto, el médico debe supervisar cuidadosamente a las pacientes hembras jóvenes. Los otros anticonvulsivos que se están usando ahora incluyen lamotrigine (Lamictal®) y gabapentin (Neurontin®); su rol en la jerarquía de tratamiento de trastormo bipolar aún se está estudiando. La mayoría de las personas con trastorno bipolar toman más de un medicamento. Junto con litiuo y/o otro anticonvulsivo, muchas veces toman un medicamento para la agitación, ansiedad, insomnio, o la depresión que lo acompañan. Algunas de las investigaciones indican que en personas con trastorno bipolar cuando un antidepresivo se toma sin un medicamento que estabiliza el humor, puede aumentar el riesgo de cambiar en manía o hipomanía, o de desarrollar un ciclo rápido. Es de suma importancia para el paciente que se pueda encontrar la mejor combinación posible de estos medicamentos y es necesario que el médico supervise todo cuidadosamente. Terapia de hierbas En los últimos años, ha aumentado el interés en el uso de hierbas en el tratamiento de tanto la depresión como la ansiedad. El corazoncillo (la infusión de St. John) (Hypericum perforatum), una hierba que se usa extensamente en Europa en el tratamiento de la depresión leve o moderada, recientemente ha causado interés en los Estados Unidos. El corazoncillo, una planta atractiva que crece como un arbusto bajo una cubierta de flores amarillas en el verano, ha sido usada durante siglos en muchos remedios caseros y de hierbas. Hoy en Alemania, se usa el hypericum en el tratamiento de la depresión más que cualquier otro antidepresivo. Sin embargo, los estudios científicos llevados a cabo con el hypericum han sido a corto plazo y han utilizado dosis diferentes. Debido al gran interés demostrado para el corazoncillo (St. John wort), el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés) está llevando a cabo un estudio de tres años, auspiciado por los tres componentes del NIH-el Instituto Nacional de Salud Mental, el Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alterna, y la Oficina de Suplementos Dietéticos. El estudio está diseñado para incluir a 336 pacientes con depresión mayor, asignados al azahar a una prueba de ocho semanas donde una tercera parte de los pacientes reciben una dosis uniforme de corazoncillo, otra tercera parte reciben un SSRI normalmente recetado para la depresión, y la última tercera parte recibe un placebo (una píldora que se parece exactamente al SSRI y el corazoncillo, pero no contiene ning ú n ingrediente activo). Los participantes en el estudio que respondan positivamente recibirán seguimiento por unas 18 semanas adicionales. Después de completar el estudio de tres años, los resultados serán analizados y publicados. La Administración de Comestibles y Drogas emitió un Advertencia de Salud Pública el 10 de febrero de 2000. Éste indicó que el corazoncillo parece afectar una vía metabólica importante que es usada por muchos medicamentos recetados para el tratamiento de condiciones tales como la enfermedad del corazón, la depresión, ataques, ciertos cánceres, y el rechazo de transplantes. Por lo tanto, los proveedores de cuidado de salud deberán alertar a sus pacientes sobre estas posibles interacciones entre los medicamentos. Cualquier suplemento de hierbas deberá tomarse solamente después de consultar con el médico u otro proveedor de cuidado de salud. Psicoterapia En casos leves a moderados de depresión, la psicoterapia también es una opción de tratamiento. Algunas terapias a corto plazo (10 a 20 semanas) han resultado muy efectivas en varios tipos de depresión. Terapias de "hablar" ayudan a los pacientes a comprender y resolver sus problemas mediante conversaciones con su terapista. Terapias de "comportamiento" ayudan a los pacientes a aprender nuevos comportamientos que resultan en más satisfacción en su vida y a "desaprender" comportamientos que son contra productivos. Las investigaciones han demostrado que dos tipos de psicoterapias a corto plazo, interpersonal y comportamiento cognitivo, son útiles para algunas formas de depresión. La terapia interpersonal funciona para cambiar las relaciones interpersonales que causan o empeoran la depresión. La terapia de comportamiento cognitivo ayuda a cambiar estilos de pensamiento y comportamiento negativos que pueden contribuir a la depresión. Terapia electroconvulsiva Para las personas cuya depresión es severa o pone su vida en peligro o para los que no pueden usar medicamentos antidepresivos, la terapia electroconvulsiva (ECT por sus siglas en inglés) es útil.3 Esto es particularmente cierto para las personas con riesgo extremo de suicidio, agitación severa, pensamiento sicótico, pérdida severa de peso o debilitación física como resultado de enfermedad física. A través de los años, la ECT ha sido mejorada mucho. Se administra un relajador muscular antes del tratamiento, lo cual es hecho bajo leve anestesia. Se colocan eléctrodos en lugares precisos en la cabeza para aplicar los impulsos eléctricos. La estimulación causa un breve (sobre 30 segundos) ataque dentro del cerebro. La persona que recibe la ECT no experimenta el estímulo eléctrico conscientemente. Por lo menos varias sesiones de ECT, usualmente administradas a razón de tres por semana, son necesarias para recibir el beneficio terapéutico completo. Tratamiento de la depresión recurrente Aún cuando el tratamiento es exitoso, la depresión puede recurrir. Los estudios indican que ciertas estrategias de tratamiento son muy útiles en este instante. Muchas veces la continuación del medicamento antidepresivo en la misma dosis que se trató exitosamente el episodio agudo puede evitar la reaparición. La psicoterapia interpersonal mensual puede alargar el tiempo entre los episodios en aquellos pacientes que no están tomando medicamento. El camino hacia el bienestar Para obtener beneficio del tratamiento hay que comenzar reconociendo los signos de la depresión. El próximo paso es ser evaluado por un profesional cualificado. Aunque la depresión puede ser diagnosticada y tratada por médicos de cuidado primario, muchas veces el médico refiere al paciente a un psiquíatra, psicólogo, un trabajador social clínico, u otro profesional de salud mental. El paciente y el proveedor de cuidado de salud son socios en el tratamiento. Un consumidor bien informado conoce las opciones de tratamiento y según surgen sus preocupaciones, las dialoga con su proveedor. Si no hay resultados positivos después de dos o tres meses de tratamiento, o si los síntomas empeoran, hable con su proveedor sobre otra opción de tratamiento. Es posible que sea de ayuda que usted obtenga una segunda opinión de otro profesional de salud o salud mental. Aquí, de nuevo, se presentan los pasos hacia el bienestar:
Junto con el tratamiento profesional, existen otras cosas que usted puede hacer para ayudarse a mejorar. Algunas personas determinan que el participar en grupos de apoyo es de gran ayuda. También puede ser útil pasar algún tiempo con otras personas y participar en actividades que le hacen sentir mejor, tal como ejercicio leve o yoga. Pero no tenga una expectativa muy alta de seguido. Toma tiempo sentirse mejor. Dónde obtener ayuda Si no está seguro dónde debe ir para obtener ayuda, pídale ayuda a su médico familiar, obstetra o ginecólogo, o a la clínica de salud. También puede buscar en las páginas amarillas bajo "salud mental," "salud," "servicios sociales," "prevención de suicidio," "servicios de intervención durante crisis," "líneas telefónicas gratuitas," "hospitales," o "médicos", para obtener los números de teléfono y las direcciones. En tiempos de crisis, el médico de la sala de emergencia en un hospital puede proveerle ayuda provisional para un problema emocional y podrá indicarle dónde y cómo puede obtener más ayuda. A continuación enumeramos los tipos de personas y lugares que harán un referido para, o proveerán servicios de diagnósticos y tratamientos.
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